Leyenda la olla del panecillo
Cuenta la leyenda que en el Centro
Histórico de Quito había
una mujer que todos los días llevaba su vaquita al Panecillo para que pudiera comer ya que
no tenía un potrero donde llevarla.
Un buen día, mientras recogía un poco de leña, dejó a la vaquita cerca de la
olla pero a su regreso ya no la encontró. Muy asustada, se puso a buscarla por
los alrededores.
Pasaron algunas horas y la vaquita no aparecía. En su afán por encontrarla,
bajó hasta el fondo de la misma olla y su sorpresa fue muy grande cuando llegó
a la entrada de un inmenso palacio.
Cuando pudo recuperarse de su asombro, miró que en un lujoso trono estaba
sentada una bella princesa que al ver allí a la humilde señora, le preguntó
sonriendo:
-¿Cuál es el motivo de tu
visita?
- ¡He perdido a mi vaca! Y si no la encuentro quedaré en la mayor miseria.
Contestó la mujer llorando.
La princesa, para calmar el sufrimiento de la señora, le regaló una mazorca y un ladrillo de oro.
Además, la consoló asegurándole que su querida vaquita estaba sana y salva.
La mujer agradeció a la princesa y salió contenta con sus obsequios. Pero,
cuando llegó a la puerta, se llevó una gran sorpresa al ver a su vaca de
regreso. -¡Ahí está mi vaca! Gritó
la mujer muy contenta.
Y fue así como la mujer y la vaquita regresó a su casa luego de esa inolvidable
aventura que quedó escondida en la Olla del Panecillo.
Fuente:
Análisis:
Esta leyenda quiteña tradicional y antigua que es contada entre los pobladores del Panecillo de Quito en donde hoy también podemos observar la olla del panecillo escenario
principal de la historia la olla
del panecillo.
Valores |
Mensaje |
Amistad
– Amor a los animales |
Debemos tener esperanzas nunca perder
las esperanzas porque si no
perdemos las esperanzas podemos encontrar las cosas más rápido. |
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